martes, 1 de abril de 2014

SUMO; EL ARTE DE LOS KAMI.-

El Sumo es sin duda ninguna el deporte tradicional de Japón. Más de 2000 años han transcurrido desde que se conoce su existencia y en todo este tiempo ha pasado por diferentes etapas de mayor o menor importancia en la sociedad japonesa hasta llegar a los tiempos actuales en los que ha llegado a gozar de una gran popularidad gracias a su adaptación a los nuevos tiempos combinado con el mantenimiento de los antiguos rituales. Sin embargo y a pesar de los cambios efectuados principalmente en este pasado siglo la lucha nipona proviene directamente de aquellos primeros combates a muerte de los que nos hablan las antiguas crónicas, y es que todo lo que acompaña al Sumo se pierde en las más ancestrales tradiciones niponas.

La regulación que este deporte tiene en pleno siglo XXI no tiene nada que ver con lo que se hacía antiguamente. Los torneos no estaban establecidos tal y como hoy los conocemos y los luchadores han pasado por diferentes etapas a lo largo de la historia hasta llegar al profesionalismo actual en el que se desenvuelven. El Sumo es un importante testimonio de la identidad cultural de Takemikazuchi, dios del trueno y del combateun pueblo y resulta difícil discernir en él lo que pertenece al deporte, al ritual o al espectáculo.

Las menciones más antiguas del Sumo se encontraron en el Kojiki, un libro del año 712, el más viejo ejemplar existente del japonés escrito. Relata una leyenda acerca de como la posesión de las islas japonesas se consiguieron a través de un combate de sumo. Según el libro, hace miles de años el dios Takemikazuki fue enviado por la diosa Amaterasu para pacificar Japón. El dios de la tierra Okuninushi-no mikoto aceptó que el país se cediese a los dioses del cielo con la condición de que sus hijos estuvieran de acuerdo con su decisión. Takeminakata fue el unico hijo de Okuninushi-no mikoto que no quiso ceder el país a los dioses del cielo, por lo que tuvo que enfrentarse a Takemikazuki. Vencido en la lucha, Takeminakata no tuvo otro remedio que aceptar que la tierra fuera gobernada por los dioses del cielo. Para ello descendió el dios Ninigino Mikoto que tras casarse con Ko-no-hana, hija del dios de la montaña, engendró a tres hijos. Uno de ellos, Hiko-hoko-demi, tuvo un hijo llamado Amasuhiko que fue el padre del que posteriormente sería conocido como Jinmu Tenno y que es considerado como el fundador de la familia imperial japonesa que aún hoy sigue en el trono del país nipón. 

Como quiera que los japoneses no tuvieron ningún documento escrito hasta el siglo VIII es imposible
saber, exceptuando por leyendas, exactamente cuando se originó el sumo en Japón. Sin embargo, las pinturas de las viejas murallas indican que sus orígenes son muy antiguos. En la época prehistórica, el Sumo parece haber sido realizado en rituales agrícolas para implorar buenas cosechas.

El Sumo en aquellos primeros tiempos tendía a ser violento, sin presas prohibidas, una verdadera lucha hasta el final. El Nihon Shoki (crónicas de Japón), de 720, tiene grabado que el primer combate entre humildes mortales tuvo lugar en el año 23 A.C. Se dice que el Emperador Suinin (29 A.C.-70 D.C.) hizo una especial petición a Nomi no Sukune, un alfarero de Izumo, para que luchara contra Taima no Kehaya, un matón de la actual Nara. Los dos lucharon durante unos instantes hasta que Sukune finalmente lanzó varios devastadores golpes sobre el estómago y el plexo solar de Kehaya, que quedó mortalmente herido. Desde entonces Sukune ha sido inmortalizado como “El padre del sumo”.

El primer combate históricamente autentificado tuvo lugar en 642, cuando la Emperatriz Kogyoku (r. 642-645) hizo que sus guardias de palacio practicaran sumo para entretener a los enviados de la Corte de Paekche de Corea. Notas posteriores mencionan como el sumo era practicado en las funciones de la Corte imperial, incluyendo las ceremonias de coronación. La costumbre del “tenran-zumo” (Sumo en presencia imperial) se mantiene aún en el presente, aunque de forma diferente.

Durante el reinado del Emperador Shomu (r. 724-749), muchos luchadores (sumotori) fueron reclutados de todas partes del país para practicarlo en el jardín del Palacio Imperial en una festividad llamada “sechie” y que se celebra cada año en el 7º dia del 7º mes lunar (cada Agosto por el calendario actual). A la vez la gente culta se podía reunir también en el Palacio para mostrar sus habilidades escribiendo poesía. Con el establecimiento del “sechie-zumo”, el sumo se expandió desde un ritual agrario hasta una larga escala de ritos para rezar por la paz nacional y la prosperidad de la sociedad japonesa.Al final del siglo VIII, el Emperador Kanmu (r. 781-806) hizo del sechie-zumo un acontecimiento anual en su corte, y la costumbre continuó hasta el periodo Heian (794-1185).

Durante el reinado del Emperador Saga (r. 809-823) la práctica del sumo fue fomentada como un arte marcial; Se establecieron reglas y se refinaron las técnicas. Después del establecimiento del primer shogunato en Kamakura desde 1185 hasta 1392, el sumo vino a ser practicado todo lo mas como un arte marcial por lasAntigua imagen del Yokozuna dohyo-iri clases guerreras. Minamoto no Yoritomo (1148-99), el más famoso shogun de la epoca, fue un entusiasta del sumo.

Oda Nobunaga (1534-82), gran señor feudal, era particularmente aficionado al sumo. En Febrero de 1578, reunió a cerca de 1.500 sumotori de todo el pais para un torneo en su castillo. Hasta entonces no había límites definitivos en la arena en donde el Sumo se practicaba; El espacio era delimitado simplemente por la gente que les rodeaba formando un círculo mirando el combate o esperando su propio turno para luchar. Aparentemente a causa de la gran cantidad de luchas que habían de celebrarse en el mismo día en el castillo de Nobunaga Azuchi, se pintaron unos límites circulares en el suelo para acelerar los procedimientos.

Desde el periodo de los estados guerreros hasta el periodo Edo (1603-1867), muchos daimyo empezaron a ofrecer su patrocinio a los más fuertes sumotori. Estos no sólo recibían un generoso estipendio sino que recibían el status de samurai. También llevaban puestos ceremoniosos delantales labrados con el nombre de su señor feudal. Como el patronaje garantizaba una buena vida, muchos prometedores rikishi rivalizaban con otros en el ring para conseguir que un daimyo les echara el ojo. Las clasificaciones ponían el nombre del feudo al cual servían en vez de su lugar de nacimiento, como se hace hoy en día algunas veces tomando nota de la prefectura del registro familiar en vez del lugar de nacimiento. Durante el periodo Edo se inició el sistema de clasificaciones.

Con el fin de este sistema y de la era Tokugawa, los luchadores comenzaron a construir sus propias viviendas con el apoyo de la gente de las ciudades. Se le empezó a llamar "kanjin-zumo", implicando que estaba siendo realizado para recolectar donaciones para la construcción o reparación de altares, templos, puentes y otras obras públicas. Pero parte del dinero, desde luego, también se usaba para pagar a los rikishi, muchos de los cuales a la vez eran ronin (samurais indómitos). A la hora de la verdad, el dinero recogido se usaba principalmente como salario para los sumotori. El desarrollo de este estilo ha dado lugar a la actual Asociación japonesa de Sumo (constituida en 1.925), que ha preservado sus tradiciones hasta los tiempos modernos. Como ejemplos tenemos el tejado suspendido sobre el dohyo (con forma de un antiguo templo divino) y la vestimenta del árbitro, que simboliza al traje de caza de un guerrero japonés del pasado. En 1.927, la Asociación de Sumo de Tokyo se unió a la de Osaka para formar la moderna Nihon Sumo Kyokai.

En los últimos tiempos se ha incrementado la internacionalización del Sumo con luchadores de Hawai, Taiwan, Brasil, Argentina, Mongolia y otros paises, lo cual le ha dotado de un mayor interés. De hecho, en 1.993 Akebono, un luchador hawaiano (aunque ahora nacionalizado japonés), cuyo verdadero nombre es Chad Rowan, se convirtió en el primer Yokozuna (el grado más alto del Sumo) no japonés de la historia.

El Torneo

Hay seis grandes torneos de sumo (basho) durante el año, en cada mes impar del año. Tres se celebran en la capital, Tokyo, y el resto en las ciudades de Osaka, Nagoya y Fukuoka. Solamente existen sesenta y seis Mainoumi vs. Konishiki; David frente a Goliat luchadores profesionales en las dos máximas divisiones de sumo. El resto son considerados poco menos que aprendices y están totalmente subordinados a los de mayor grado. Cada luchador pertenece a un gimnasio (heya) y vive de forma comunal en un estilo de vida que está por completo dedicado al deporte y a sus tradiciones.

Las reglas del sumo son extremadamente sencillas. Para empezar, hay que resaltar que no existen varias categorías según el peso de los luchadores, sino que todos esta´encuadrados dentro de la misma clasificación o banzuke. El objetivo de cada luchador es enviar a su oponente fuera del ring (dohyo) o conseguir que cualquier parte de su cuerpo (excepto las plantas de los pies) toque el suelo. Los luchadores no pueden tirar del pelo, atacar a los ojos o golpear con el puño cerrado. Si al finalizar un torneo el luchador consigue más victorias que derrotas, ascenderá en la clasificación (banzuke), y si no, descenderá puestos. 

Hay dos maneras de abandonar el Sumo: intai y haigyo. Cuando un rikishi ya ha adquirido el derecho para un Toshiyori-kabu (el derecho a usar uno de los nombres de oyakata), él puede intai. Pero cuando no ha adquirido ninguno de esos nombres, está forzado a haigyo. Esto significa que abandona para siempre el mundo del sumo profesional, aunque puede aún permanecer vinculado a este deporte como ojeador para una heya, usar sus habilidades culinarias para abrir un restaurante de chanko (estofado de estilo sumo) o entrenar a luchadores de sumo amateurs.

Sin el Toshiyori-kabu, a un Yokozuna sólo se le está permitido permanecer en la Nihon Sumo Kyokai hasta 5 años, a un Ozeki 3 años y 2 a los Sekiwake y Komusubi. Si pasado este tiempo no han conseguido adquirir un Toshiyori-kabu, deben abandonar el mundo del sumo. Sin embargo un luchador que solo haya llegado hasta Juryo pero que posea dinero suficiente para adquirirlo, permanecerá en él como un oyakata. El único requisito para comprar un Toshiyori-kabu es haber llegado al rango de Juryo o superior.

Antes de los combates de la máxima categoría, todos los Yokozuna realizan el Yokozuna dohyo-iri, una bella sinfonía de movimientos para espantar a los malos espíritus. Posteriormente los luchadores aparecen ataviados con sus kesho-amawashi y realizan el Makuuchi dohyo-iri, durante el cual suben al dohyo y son presentados uno a uno ante los espectadores.

Los combates están llenos de rituales. De hecho, el propio combate es lo que menos tiempo tarda en realizarse.Ritual del Sumo En sumo, como en todas las artes marciales japonesas, la cortesía y el ritual se respetan y los combates comienzan con una inclinación de cabeza de ambos luchadores, como saludo. Tras retirarse brevemente a su rincón y realizar algún shiko (levantar la pierna y dejarla caer violentamente contra el suelo), los contendientes se colocan frente a frente en cuclillas para frotarse las manos y aplaudir una vez, estirar ambos brazos con las palmas de las manos hacia arriba, volver estas hacia abajo y completar este ritual poniendolas sobre las rodillas, mostrando de esta forma a su oponente que acude al combate sin portar ningún tipo de arma oculta. A continuación se retiran de nuevo a su rincón, en donde beberán el chikara-mizu, agua purificadora con la que se enjuagarán la boca, escupiéndola posteriormente. Comenzará entonces una especie de guerra psicológica en la que los luchadores se estudiarán varias veces antes de decidirse a comenzar el combate. Durante todos estos rituales, cada luchador cogerá de su rincón un puñado de sal que arrojará al dohyo para purificarlo antes del combate.

El combate comienza cuando las manos de ambos luchadores tocan el dohyo. Se supone que ambos rikishi deben tocar con ambas manos antes de empezar. Una salida falsa (matta) ocurre cuando un rikishi empieza antes que el otro, y actualmente está castigado con una sanción económica.

A veces los dos rikishi caen a la vez. Aunque no esté muy claro el vencedor, el gyoji tiene que indicar uno. Los jueces pueden, entonces, subir al dohyo para deliberar, a lo que se llama "mono-ii". El resultado final puede ser la ratificación de la decisión del árbitro, cambiar su decisión o llamar a los dos rikishi para que repitan el combate.



La vida de un luchador

Comparado con la alta calidad de vida que la nación de Japón disfruta ahora, la vida en una Heya es feudal. El día comienza muy temprano, cuando los luchadores de rango inferior se levantan y realizan algunas prácticas antes de comenzar con sus tareas asignadas, las cuales incluyen limpiar el edificio y preparar los alimentos para la La dura vida en una heya comida principal del día. Todo el que vive en una heya debe aprende a hacer las tareas, y algunos consiguen tanta habilidad o gusto por la cocina que después de que sus vidas en el sumo han terminado, abren un ryokan (posada de estilo japonés) o restaurantes donde sirven chanko-nabe, el estofado que sirve de combustible a los rikishi.

Los sekitori de rango más elevado aparecen a una hora más razonable, y comienzan una sesión de práctica que puede durar varias horas. No es extraño que un luchador de otra heya venga de visita y tome parte en el entrenamiento, y no solo en su propio beneficio, ya que una de las obligaciones de los luchadores es la de ayudar a los de grado inferior.

A la hora de sentarse a comer, nuevamente el rango se impone. El oyakata se sentará primero, después los rikishi de más alto rango irán tomando asiento, siendo servidos por los juniors. Aún cuando hay comida para todos, el privilegio de sentarse más pronto y comer pedazos escogidos es un poderoso incentivo para los rikishi para escalar posiciones en el ranking.

Después de la gran comida de la tarde, los rikishi se tumban a dormir la siesta, parte de la razón del por qué engordan tanto; las calorías se transforman en peso porque no pueden ser totalmente consumidas como combustible por los músculos. Cuando se levantan hay otro ensayo menos arduo, quizás importantes técnicas en vez de fuerza bruta, y trabajo básico de pies. Se sirve después una cena, menos elaborada que la comida principal. Sólo entonces los rikishi tienen algo de libertad, así que se van a dar un paseo alrededor de su vecindario, al cine a ver una película o a beber algo a un bar cercano. Cuando llega la hora de acostarse, los rikishi casados se van a casa con sus familias, normalmente un apartamento cerca de la heya; Los solteros viven en habitaciones en la heya, y los de rango más bajo duermen en habitaciones comunales.

Para los que vienen del extranjero hay clases de japonés y de cultura japonesa; El Oyakata y su mujer deben tener cuidado de que los prometedores rikishi extranjeros no se conduzcan fuera del áspero mundo del Sumo por nostalgia o por depresión.

1.- Yokozuna y Ozeki

Yokozuna es el grado más alto y de mayor categoría del mundo del sumo. Para llegar hasta él, un luchador ha de pasar por varias etapas. Cuando un Sekiwake comienza conseguir dobles dígitos, está peleando por el yusho casi hasta el último día y ocasionalmente vence a un Yokozuna, el Sumo Kyokai considerará el ascenso de Sekiwake a Ozeki. Uno de los beneficios del rango de Ozeki es la no automática degradación por la consecución de un make-koshi; Para ser degradado de nuevo a Sekiwake se requieren dos records negativos consecutivos, e incluso entonces si el antiguo Ozeki consigue 10 victorias en el siguiente basho, recuperará su anterior rango. Si no lo consigue, deberá de recuperar el grado de Ozeki como si fuera la primera vez.

Cuando un Ozeki domina a sus oponentes y comienza a ganar repetidamente algún  yusho o jun-yusho (subcampeonato) se le juzga por un Yokozuna Shingikai (Consejo de Promoción). Si le recomiendan al Riji-kaiAkebono, el primer Yokozuna no japonés (Grupo de Directores) del Sumo Kyokai, estos examinaran esta propuesta. 

2.- El resto de la división Makuuchi

A diferencia de la promoción al grado de campeón, ascender hasta el ranking de Sekiwake puede conseguirse simplemente ganando más combates que perdiéndolos. El Sumo mantiene una estricta clasificación por méritos, cualquier record positivo equivale a promoción, cualquier record negativo equivale a degradación. Cuanto mayor sea el record, mayor será el ascenso o la caida.

3.- Juryo

Para la mayoría de los rikishi, llegar a Juryo es su mejor recuerdo; Para algunos es mejor que llegar a ser Ozeki. La diferencia es como el cielo y el infierno. Cuando se llega a Juryo uno ya es un "sekitori". No necesita hacer ninguna tarea para otro rikishi ni para la heya, y puede usar al menos unos pocos luchadores de rango inferior (tsukebito) para que cuiden de sus objetos personales. Los rikishi que no son sekitori, incluso aunque estén en la cabeza de Makushita, no tienen ningún "tsukebito". Ser un sekitori significa que se tiene tsukebito, oicho mage (estilo de peinado con una caprichosa figura en el moño), fantasiosos bordados Kesho-mawashi, mawashi coloreados para los combates, rigido y almidonado sagari (los flecos almidonados que cuelgan delante del mawashi), un blanquecino mawashi para las prácticas, kimono y yukata para la temporada. Se sienta a comer primero y es servido por los deshi de más baja clasificación, tiene su propia habitación, y toma parte en el dohyo-iri, el cual es como un desfile para exhibir su rango.

4.- Los rangos inferiores

Muchos jóvenes que quieren empezar en sumo comienzan de adolescentes en Mae-zumo, y están años para conseguir llegar a Makushita. Los campeones colegiales son la excepción, ya que comienzan en el nivel 15 de esta categoría. Todos los rikishi estudían educación física y los nuevos también deben de aprender anatomía, leyes, historia y cultura del sumo, caligrafía y shigin, una antigua forma de canto. Asimismo los luchadores extranjeros reciben clases de japonés para que su adaptación y compenetración con sus compañeros sea lo más rápida posible. Los requerimientos mínimos de altura y peso para entrar en el mundo del sumo son de 170 cm y 75 kg, respectivamente.

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